Hace aproximadamente 20 años estuve de marinero en un barco de vela estilo fragata, hice una circunnavegación de un año y con toda la gente con la que conviví abordo se generó una relación muy parecida a la de una familia disfuncional, por lo menos eso decíamos nosotros.
La relación que teníamos abordo después de estudiar mucho sobre comportamiento humano tiene mas que ver con el comportamiento que ves en un pequeño poblado donde todo mucho se conoce, la mayor parte de la gente se encuentra trabajando día a día y sabes todo lo que hace todo el mundo.
Con uno de mis compañeros, James un chico inglés muy carismático, que siempre nos hacía reír, en uno de los días con menos trabajo y mucho aburrimiento, de esos en donde no hay ni gota de viento y sientes que en vez de avanzar te mueves de lado o en reversa.
Ese día se nos ocurrió inventar una serie de chismes, y ver cuanto tiempo tardábamos en escucharlos de nuevo, la respuesta fue impresionante, no pasó mas de unas cuantas horas un cambio de guardia y para la cena ya otra persona había comentado sobre nuestras mentiras. Claro que las mentiras tenían que ser creíbles como que el cocinero estaba teniendo problemas con el capitán y en el próximo puerto pensaba en renunciar.
Resulta que investigadores en comportamiento humano han encontrado que el chisme no solo ayuda a dar claridad y reforzar las reglas de una comunidad pero también hace circular información crucial a cerca del comportamiento de las personas que no pueden ser publicadas en un manual de oficina o en las leyes de un pequeño poblado.
Así como daña reputaciones, dicen los sicólogos que el chisme otorga un agarre para miembros nuevos de un grupo determinado y un salvavidas para aquellos miembros que sienten que se pueden caer del grupo.
Cuando los humanos eran cazadores y recolectores, dependían de la reciprocidad para sobrevivir, tu cazas, yo cuido a los niños, me ayudas a construir mi casa te comparto de lo que cacé el día de hoy que no saliste o no tuviste suerte, muy parecido a como los monos se asean mutuamente, los has visto sacándose los piojos y comiéndoselos. Resulta que está probado que el asear a otro mono se hace mas por la reciprocidad que por simple aseo, yo te quito los piojos y tu me defiendes o me compartes o me ayudas, el tema del aseo es equivalente a decir soy buena persona, y me debes un favor.
Con los humanos el tema del chisme es una manera de mantener al grupo en jaque para que nadie se salga mucho de la norma.
En Brasil vive un murciélago vampiro que se alimenta de ganado principalmente y se sabe que principalmente la hembra cuando encuentra una presa fácil emite un sonido no perceptible a los humanos para invitar a sus amigos al banquete, también en los nidos, si un murciélago no tuvo suerte en la cacería nocturna, puede ir a pedir ayuda y algo no de los miembros de su nido regurgitará parte de su cena para alimentar al murciélago necesitado. Pero... ¿Qué pasa en el caso de que uno de los miembros sea flojo y decida pedir ayuda todas noches para no tener que salir a cazar? Poco a poco se corre la voz de que ese miembro en particular no coopera y se le deja de ayudar hasta expulsarlo.
Lo mismo pasa con los humanos, el chisme mantiene a todos los miembros haciendo su parte y respetando las reglas escritas y las que solo sé sobre entienden.
En un experimento se le preguntó a 195 participantes si aprobaban o desaprobaban el chisme en diferentes situaciones, una de ellas un caso real en donde un ranchero se quejó de de su vecino, con los otros rancheros, porque no había arreglado una reja y su ganado se salía y alimentaba del pasto de su vecino. En este caso todos aprobaron la queja y el chisme. Pero lo mas curioso es que los participantes recalcaron que de no quejarse el vecino que sabía de las fallas en la reparación de la reja era similar a actuar en contra de los demás rancheros. Es decir corres el riesgo de que te echen de cómplice.
A lo que entonces el chisme, cuando sirve a los beneficios generales de la comunidad no solo es bienvenido sino que es ético, necesario y tu responsabilidad como miembro de una comunidad o grupo.
Hace unos años participé como operador principal en una franquicia de una marca muy conocida de Bienes Raices, y el Operador Principal regional, quien en otra publicación me referí a el como El Pequeño George, hacia tratos bajo la mesa, brincaba estándares y procedimientos, dejaba de pagar regalías, comisiones y una comisión especial a sus agentes llamada árbol siempre escudándose en los demás, en la cultura propia de la marca, y siempre proclamando ignorancia, resulta que mucha gente dentro de la organización conoce de esas malas prácticas de dicho individuo pero nadie dice nada, y no dicen nada porque temen que vaya en contra de sus intereses particulares. En este caso particular el chisme es un secreto a voces que solo se mantiene dentro de los mandos altos, pero veo como gotea dentro de toda la organización. Va a llegar el momento en donde este pseudo líder de empresa se vea sin una salida viable mas que por la puerta trasera si no es que hay una implosión en la organización. Un fenómeno muy interesante por que es un claro ejemplo de la importancia y el propósito del chisme en un grupo, pero también un clásico ejemplo de como el estatus da privilegios en nuestra sociedad moderna. Me hace pensar en un macho alfa, líder de su manada donde los machos mas jóvenes bajan la cabeza hasta estar lo suficientemente grandes y fuertes para retarlo. El pequeño George tiene sus días contados.
Sarah Wert una psicóloga de la Universidad de Yale habla de como todos conocemos gente que no está calibrada para la vida social, personas introvertidas que no participan de la fiesta del chisme, donde de hacerlo aprenderían cosas que no se aprenden en otro lado, como quien es buena persona, en que puedes confiar. Sarah dice que no participar en chismes en algún nivel puedes ser dañino para la salud y abnormal.
En sus estudios la Dra. Wert ponía a sus participantes a comentar (echar chisme) con otro participante de algún conocido en común mientras tomaba video de las interacciones. Aquellas personas con una autoestima alta demostraban el mismo patrón, compartían buenos chismes mientras se sintieran aceptados. Y chismes mucho mas derogatorios cuando se sentían marginados.
El chisme al final tiene una función cooperativa, social y para beneficio mutuo de los miembros de un grupo, pero también se ha comprobado que es una forma de generar empatía con otros miembros del grupo, cuando los dos nos quejamos de lo mismo o de la misma persona, también el hablar bajo de alguien me hace sentir alto a mi en comparación, el compartir inseguridades como aquellas de un jefe abusivo y arrogante al estilo del pequeño George ayuda a lidiar con el estrés y la ansiedad. El resultado al final es que el chisme puede traer un descanso sano de aquella ansiedad profesional y social que es tan común en nuestros tiempos.
Pero dime,
¿Cuál es tu percepción del chisme, crees que tenga una función y un propósito en nuestra sociedad, o simplemente es gente hablado de otra gente por diversión?
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